La educación todavía pesa mucho en mi forma de ver las cosas, aunque los indicios me indican racionalmente que esto no funciona así.

Toda la vida haciendo caso a los consejos de nuestros mayores, y de aquellos mentores que creíamos más formados que nosotros. Y no es irracional haberlo hecho así, porque en otro tiempo dichos consejos funcionaban bien, el sistema económico/político/social estaba montado de esa forma y dichas ideas funcionaban.

Ahora todo ha cambiado. Con seis millones de parados en España, un tejido industrial desmantelado por los caprichos de la casta política que nos gobierna, y un país dividido en un montón de pequeñas taifas que pretenden esquilmar a todo hijo de vecino para seguir gastando en sus caprichos, el sistema anterior, y nuestra forma de pensar heredada, no funcionan.

Hay que cambiar el chip, y ¡mira que cuesta!

Incluso aquéllos que recibimos cierta formación económica, si a una licenciatura en economía se le puede denominar de esa forma, nos cuesta trabajo hacernos a la idea de que ese paradigma no funciona.

Se acabaron los trabajos fijos para toda la vida. Se acabaron las empresas enormes y monolíticas. Se acabó la inversión loca en ladrillo. Se acabó el estado de bienestar, ¡se acabó!, por mucho que intenten que continúe, no hay dinero para tanto gasto político estúpido.

Es más, si se continúa en esa vía, vamos a ver como conseguimos ser al final todos iguales, iguales en la pobreza. Los incentivos de superación y de hacer las cosas bien, no funcionan en ese entorno.

No nos engañemos. ¿Qué nos incentiva a seguir adelante? Vivir bien, conseguir cosas, vivir en un entorno competitivo en el que todos consigan logros. Es compatible que gran parte de los miembros de la sociedad consigan logros, porque aunque muchos se empeñen, la riqueza no está dada ni la economía es un juego de suma cero.

Cuanta más riqueza consiga una persona, más se beneficiará la sociedad en su conjunto. El sistema de creación de riqueza funciona como la creación de dinero bancario. Seguro que podría calcularse un multiplicador de riqueza al igual que se calcula un multiplicador cuando hablamos del dinero que crean los bancos.

Hay que irse olvidando de los trabajos fijos y comprar propiedades inmobiliarias. Hay que dedicarse a buscar actividades que nos encanten, y perseguir nuestros anhelos, así como invertir en activos que tengan un buen retorno de inversión, tratando por supuesto de cometer la menor cantidad de hechos imponibles posible. Con ello incrementaremos nuestra riqueza individual, y por ende la de toda la sociedad.

¡he dicho! 🙂

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies