Resumo algunas ideas del artículo de Antonio Mascaró «La teoría del desprendimiento» publicado el 9/12/2005.
«No es sólo que todo el mundo intenta pagar los menos impuestos que su conocimiento (o atrevimiento) fiscal le permite, ¡es que incluso se escaquean de recibir buena parte de los beneficios!.”
La gente paga una cantidad muy importante de impuestos de forma habitual en el “estado del bienestar”, el IVA, los impuestos especiales a la gasolina, el tabaco, el alcohol o la matriculación de vehículos, el impuesto sobre el salario, el impuesto sobre las herencias, el impuesto si su patrimonio se ha incrementado, el impuesto por el simple hecho de tener el patrimonio, el de donaciones, el que se paga por tener bienes inmuebles, el impuesto que pagan los accionistas, los impuestos que pagamos en la aduana… en resumidas cuentas, más de la mitad de nuestros ingresos se van en impuestos para pagar el Estado.
Dicen que esto sirve para pagar unos supuestos servicios sociales que el Estado amablemente nos brinda.
Sin embargo se observa que el normal de la gente, en cuanto puede huye de estos servicios… busca la enseñanza privada porque no se fía de la educación pública, o refuerza la educación de sus hijos mediante clases particulares… van guardando unos ahorrillos, por que no se fían de las pensiones públicas… si podemos nos pagamos sanidad privada antes que caer en la pública… etc. Cada cual quiere comprar lo mejor que pueda permitirse y nadie confía en que una institución monopolística como el Estado pueda brindarnos lo mejor en cada aspecto de la vida.
Por tanto la gente van gradualmente desprendiéndose del estado. Desde arriba se dice que es problema de economía sumergida. Sin embargo el problema es que la confianza en el Estado se va perdiendo y la gente busca por otros medios su mayor bienestar.