Crear una empresa en España cuesta una media de 47 días y 10 procedimientos, el proceso más arduo de toda la OCDE. Sin embargo en Nueva Zelanda, es muy simple, rápido y barato. Sólo requiere un trámite y el Gobierno no exige capital mínimo. La burocracia supone una carga fiscal indirecta. Aunque se ha digitalizado todo bastante, se debe aportar todavía mucha documentación. Esto nos coloca entre los países que están en la cola en este tipo de procesos. El Banco Mundial afirma que recortar costes en la creación de empresas en un 80% permite incrementar la competitividad en un 22%, fomentar la incorporación de nuevas empresas, reducir la economía sumergida, crear empleo y favorecer el crecimiento económico. Consejos que por lo menos habría que oír en tiempos de recesión. Con menos papeleo, el emprendedor podrá centrarse en otros procesos más complejos, como la obtención de financiación, y en su negocio, que es de lo que se trata.Publicado en www.a1h3.com el 02/02/2009