Funcionan como una operación al contado. La diferencia radica en que una de las partes realiza su contraprestación gracias al crédito que recibe de la entidad financiera que intermedia la operación.

  • compras a crédito: el comprador recibe un crédito con el que paga las acciones (las acciones respaldan la operación – si las acciones bajan, habrá que aportar garantía adicional).
  • ventas a crédito: el vendedor recibe prestado de la entidad intermediadora las acciones que entrega al comprador (el importe recibido garantiza la operación – si las acciones suben habrá que aportar garantía adicional).

Normalmente el inversor debe entregar una garantía (de un 10% a un 50% de la operación).

Ventajas de la operación: puede utilizarse el apalancamiento (el inversor multiplica el volumen de la operación que puede realizar).

Sólo se realizarán con acciones autorizadas por el organismo rector debido a su gran liquidez. Los plazos utilizados suelen variar entre 1 y 3 meses.

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