«De las crisis se sale con esfuerzo, con lucha, con medidas correctas, recuperando el gusto por llamar a las cosas por su nombre y con una adhesión plena a la verdad: esa disposición del espíritu a reconocer errores y a corregirlos, para la que es precisa la convicción de que existen, como polos opuestos, como valores absolutos, la verdad y la mentira. Porque no hay peor mentira, ni más letal, ni de peores consecuencias, que la del relativismo, porque es la negación de la verdad, y si ésta no existe, tampoco la mentira, de modo que ésta ha conseguido el camuflaje perfecto: todo deviene mentira, lisa y llana, aunque sea impúdico llamarla por su nombre.» Del libro «Salvad la Civilización» de Enrique de Diego (capítulo 1).Publicado en www.a1h3.com el 29/01/2009